6 rasgos de las familias financieramente exitosas

Quizás usted asocie el éxito financiero de una familia a tener casa propia, vehículo, viajar al extranjero al menos una vez al año y tener a los hijos en colegios privados. Si bien es cierto que esto no suena mal, el éxito financiero está basado en otras cosas.

Realmente cuando se forma una familia, se está constituyendo una “empresa”, es quizás la “empresa” más importante que usted administrará en su vida. Esta empresa implica que debe haber ingresos suficientes para mantenerla, a cambio de esto, sus “utilidades o dividendos” no son monetarios, sino más bien afectivos, usted se rodea de personas que le quieren y le apoyan, todos buscan el bien común, usted disfruta el ver crecer a sus hijos, no solo en edad, sino como persona, en valores y principios, como estudiante, como profesional o trabajador.

Incluso si usted no tiene hijos, la vida en pareja también tiene sus retribuciones afectivas, e igual que las familias con hijos, usted y su pareja deberán administrar sus ingresos, pero, aunque suene cruel y materialista, hay un dicho muy acertado, que por cierto es el título de uno de mis libros: “Amor con hambre no dura”.

La última frase del párrafo anterior significa que usted no puede permitirse el fracaso financiero de su familia, es sabido que uno de los mayores causantes de divorcio y de la disolución de las familias, son los problemas financieros, por esto es muy importante cuidar este aspecto, y por eso, quisiera presentarle, algunos elementos importantes que comparten las familias financieramente exitosas.

1. Se preparan para ser padres

Tener hijos implica muchas cosas gratificantes, pero también responsabilidades, entre ellas gastos que deben ser asumidos con responsabilidad, por ello, esta parte de la vida si bien hace felices a las personas, implica algunos sacrificios.

En hogares con un solo ingreso, de monto promedio y con más de un niño que atender, las “frías estadísticas” dicen que las finanzas de la casa se suelen complicar y se vuelve difícil disfrutar el crecimiento de los retoños, más bien puede volverse una situación complicada y estresante.

Los potenciales padres responsables, se preparan, ahorran y determinan el mejor momento para “estrenarse” como padres o para volver a vivir la experiencia, eso implica madurez y cierta preparación financiera. Al tomar esta decisión, el presupuesto se vuelve una herramienta importante.     

2. Todos los miembros de la familia están en la misma sintonía

Esto quiere decir que todos los integrantes de la familia, en cuenta los hijos, están enterados de la situación financiera del hogar, se habla libremente de los ingresos y los gastos sin ninguna restricción.

Todos están claros de que hay una cantidad limitada de ingresos y que con estos se debe cubrir cierta cantidad de gastos importantes. Los hijos están al tanto de los esfuerzos de sus padres para cubrir los gastos del hogar y saben que no todos los deseos se pueden atender a la vez.

Los gastos se atienden según prioridad y los niños entienden lo que puede suceder, si usted destina el dinero para pagar el agua o la electricidad, en un par de tenis de marca o en un video juego.

Partiendo de lo anterior, los niños también son responsables de ahorrar y minimizar los desperdicios, saben que el agua y la electricidad, entre otros servicios tienen un costo, y por lo tanto los usan adecuadamente, así como todas las facilidades que tienen en el hogar.  

3. Las comparaciones no son válidas

Los adultos deben estar conscientes del ingreso disponible que tienen al mes y cuáles son las prioridades que deben ser atendidas con esos ingresos, por lo tanto, no debería haber presión por adquirir ciertas cosas porque sus amigos o vecinos “las tienen”. Recuerde que es usted, quién se desfinanciará o endeudará para adquirir algún capricho, o algo que es menos importante que sus prioridades.

El consejo de oro en esta materia es vivir por debajo de sus posibilidades, para poder ahorrar y luego invertir. El límite que fija nuestro ingreso es fundamental para entender nuestra realidad, y a partir de ahí, mejorar nuestra situación.

Si usted está disconforme con su ingreso y con lo que este le permite consumir, debe poner el foco en mejorar el ingreso, lo que no debe hacer es consumir más, de forma artificial, (con crédito), porque lo que conseguirá de esta forma, es el efecto contrario, disminuir su ingreso, como consecuencia de las cuotas que usted deberá pagar por las deudas adquiridas.

4. Tienen proyectos familiares

Los proyectos de familia promueven la unión familiar, permiten establecer objetivos de corto y largo plazo y que todos se comprometan. Si estamos claros de que hay cosas que no están a nuestro alcance hoy, podemos planificar para adquirirlas posteriormente.

Los objetivos comunes, las metas en familia, promueven el compromiso de todos los integrantes, porque entienden por qué se hacen ciertos sacrificios, por ejemplo, por qué se ahorra, por qué se evita el desperdicio, por qué no tenemos el mismo patrón de consumo que nuestro vecino. Con estos detalles criamos ciudadanos con más arraigo familiar y con mejores costumbres financieras. 

5. Cultura de ahorro y visión de largo plazo

Todos están claros de que ahorrar una parte del ingreso familiar, para lograr otros objetivos de largo plazo y hacer frente a cualquier eventualidad que pueda suceder, es importante.

Considere que la frase ¡No puedo ahorrar!, ya la superamos por los factores expuestos en el artículo del mismo nombre, si ya lo leyó, repáselo y si no lo ha leído, ahora es buen momento para hacerlo. 

El endeudamiento se usa con mesura y no es una opción para gastos de consumo, tales como: Viajes, restaurantes, salidas con amigos, fiestas, compras por impulso, entre otros.

6. Revisión permanente del presupuesto

Se vive con un presupuesto y se revisa de forma periódica, esta herramienta es la brújula que le dice dónde va a parar su dinero y por lo tanto, usted podrá hacer las correcciones del caso y direccionarlo hacia sus objetivos familiares tales como incrementar su ahorro, cancelar deudas, crear un fondo, hacer un viaje con su familia, etc. ¡USTED SÍ PUEDE!

Reflexión

No es un tema de cuanto le ingresa a su familia, sino de cómo se distribuye ese ingreso, pero más importante aún, es que todos los miembros de la familia vean hacia la misma dirección, estén informados y comprometidos con los objetivos.  

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