
5 Grandes errores que matan un emprendimiento
Primer error: No respetar a la gallina de los huevos de oro
Un gran error que cometen algunos emprendedores es mezclar su dinero, con el dinero de su negocio. Reitero, este es un ¡Gravísimo error!
Si bien su negocio es de su pertenencia, el negocio tiene sus necesidades y usted las suyas.

Siendo que su negocio es la fuente de sus ingresos, o sea “la gallina de los huevos de oro”, usted deberá respetar lo que es del negocio y no tomar dinero de este, para sus necesidades personales.
No se deben utilizar los recursos de la empresa, como una caja chica donde el dueño retira dinero cada vez que se le antoja o necesita algo.
Conocí pequeñas empresas que empezaron muy bien y al cabo de unos años los dueños acabaron con ellas y de paso también con sus bienes personales.
Lo mejor es ordenarse, y la forma de hacerlo es asignándose un salario que debe respetar y que debe estar basado de preferencia en un presupuesto.
Segundo error: No conocer cuál es el flujo de ingresos y gastos de su empresa
Como dueño de la empresa, usted tiene la ventaja de que puede decidir con qué salario retribuir su trabajo en ella, pero piénselo muy bien, usted no debe descapitalizarla, y para ello debe tener claro el flujo de caja necesario para el funcionamiento de su negocio.
Es decir, debe tener claro lo siguiente:
- Cuanto ingreso genera en promedio la empresa.
- Cuánto dinero necesita para atender el pago de las compras necesarias para tener a disposición los productos que vende.
- Cuánto dinero necesita para cubrir los gastos fijos. Me refiero a servicios (agua, electricidad, alquiler, etc.), necesarios para que funcione el negocio.
- Cuánto dinero necesita para pagar salarios (el suyo en cuenta) y cargas sociales.
- Cuánto dinero necesita para el pago de las deudas en caso de tenerlas.
- Debe considerar también sus obligaciones tributarias.

En este orden de ideas, es importante cuidar que sus ingresos corrientes o regulares del negocio, puedan cubrir sus gastos corrientes: Salarios, pólizas, créditos, compra de materia prima etc. Usted no debería atrasarse en sus pagos, o recurrir a préstamos para cubrir estos gastos.
Lo anterior es prioritario, ya que de no ser esto posible, sería una mala señal, pues significa que lo generado no alcanza para cubrir sus gastos básicos.
Tercer error: Permitir una baja recuperación de las ventas a crédito
Si vende a crédito, debe llevar un estricto control de la recuperación de sus ventas. Debe saber quién le debe, cuanto le debe y tener una política estricta sobre el crédito, esto es, definir un plazo para el pago y las medidas que tomará si no le pagan.
Lo mejor suele ser financiar un cliente hasta tener recuperadas las ventas anteriores, esto va a depender del tipo de producto o servicio que se comercialice, pero para el comercio de productos en general es lo más recomendable o ideal, salvo que ya se tenga buena experiencia con determinados clientes.
Parta de cierto plazo máximo de crédito, pero si su cliente no le paga en ese plazo, restrinja las ventas hacia él (pueden haber excepciones).
Antes de venderle nuevamente a sus clientes, debe conocer si se encuentran al día o no en sus pagos.
Si usted pone las reglas desde el inicio e insiste en su cumplimiento (cobro efectivo), serán menos los clientes que empiecen a mostrar comportamientos de pago morosos. Sobre todo, si pone un límite de tiempo y es firme en él.
De nada le sirve vender mucho si no recupera lo adeudado
A veces es mejor quedarse con pocos clientes, pero de recuperación rápida y sin problemas de cobro. Recuerdo que siempre tiene la opción de buscar nuevos clientes.
Si tiene problemas de cobro, a veces es recomendable pausar o ralentizar las ventas y dedicar más tiempo al cobro de lo adeudado.
Considere que una deficiente política de cobro podría dejarle sin dinero suficiente para hacerle frente a sus obligaciones y esto puede generarle un círculo vicioso:
Sí a usted no le pagan, en consecuencia no podrá pagar a sus proveedores y otras obligaciones, por eso la gestión de cobro es fundamental para su emprendimiento.
A veces es mejor “limpiar” la cartera de crédito y eliminar a los morosos, esto debe hacerse con cierta periodicidad.
Los clientes “mala paga” déjelos a sus competidores.

Cuarto error: Ubicarse en un precio de mercado que no corresponde a la calidad de su producto
A veces se quiere posesionar un producto en el segmento de compradores de alto ingreso del mercado, o sea en un segmento que generalmente paga más caro a cambio de calidad.
La calidad que busca ese tipo de cliente va ligada a un costo de producción generalmente más alto, para quien manufactura y un costo de inventario más alto para quien comercializa un producto.
Si usted como comerciante o productor no está dispuestos a encarecer sus costos, para lograr la mayor calidad de sus productos y poder venderlos a un mayor precio, no debe vender productos de segunda o tercera calidad, como si fueran de primera, pues pronto lo sacarán del mercado.
Quinto error: No reinvertir parte de las utilidades en la gallina de los huevos de oro
Usted debe conocer su mercado para reinvertir sus recursos, esto quiere decir que usted debe estar al tanto de las tendencias de su negocio para actualizar su producto o hacer las cosas con más eficiencia, lo que a veces involucra compra de nuevos equipos o maquinaria en caso de un productor.
En el caso de un comerciante se requiere inversión en inventarios modernos e ir saliendo de inventarios obsoletos.
En ambos casos tanto productor como comerciante necesitan capital, que puede salir de sus utilidades y que es más barato que la deuda.
Por lo tanto, un buen año en utilidades, no significa que el dueño de la empresa debe necesariamente tomarlas todas, debe dejar un poco para reinversión y así procurar el crecimiento, actualización y mejoría del negocio.
Recuerde que del ingreso de la empresa salen los suyos, por lo tanto, cuidando la empresa usted cuida sus recursos.

Reflexión
Los beneficios de la empresa suelen ser directamente proporcionales a los suyos en el tiempo, si la empresa es boyante, posiblemente usted lo será, por el contrario, si usted contribuye a “saquear” la empresa, de seguro matará la gallina de los huevos de oro en un futuro no muy lejano.
Separe claramente su patrimonio del de su empresa. Tenga claro que la empresa es un organismo viviente aparte de usted y como tal, tiene necesidades y cuidados que deben considerarse y atenderse, de esta forma usted no terminará matando su gallina de los huevos de oro.